GASTRONOMÍA
HOTELES
El bufé del desayuno por las mañanas. Almuerzo. Cenas por la tarde. Y servicio de bar hasta la noche. Un no parar de diferentes productos de lavado. Para ello, se necesita el lavalozas adecuado. Para un proceso de lavado eficiente, limpieza e higiene.
SIN DESCANSO DESDE POR LA MANAÑA HASTA POR LA TARDE.
Temporada alta. Sin descanso en la sala de desayunos del hotel. Los huéspedes llegan, desayunan y comienzan el día. La vajilla limpia sale y la sucia entra. Y todo debe estar perfectamente limpio en el tiempo más breve posible. También los vasos, cubiertos y utensilios de la cocina. Lo mismo sucede durante el almuerzo. Lo mismo sucede durante la cena. Y, entre medias, durante la hora del café y la merienda. La noche es cosa de vasos: para cerveza, vino, jugos o cócteles. La última parada es el bar del hotel. Son las horas pico, con los productos de lavado más diversos, las que dan forma al día a día de un hotel. Los lavalozas deben lograrlo de manera fiable. Alto rendimiento en funcionamiento constante. Resultados de lavado perfectos con los productos de lavado más diversos. Sin necesidad de pulido manual de vasos y cubiertos. Lo más económico y rentable posible. El caso perfecto para Winterhalter.